Puede que la excepcionalidad de lo vivido haga que las cosas cambien, pero lo cierto es que hasta ahora las personas prestaban poca atención a todo aquello que los rodeaba. Su mirada, dirigida casi siempre hacia una pequeña pantalla que los acompaña allá donde vayan.

No pocos han echado de menos durante el necesario confinamiento acudir a su trabajo, sentarse en un banco bajo el sol, poder quedar con amigos, salir a correr e incluso supervisar unas obras de construcción que siguen adelante. Puede que esto ayude a comprender, lo que sienten aquellos que dependen de otros para salir de sus hogares, o puede que simplemente, cuando termine, todo siga como siempre, es decir, con la mirada fija en la pantalla.

No obstante, y pese a que sean pocos los que alzan su mirada para contemplar el trabajo de otros, lo cierto es que quien lo hace se topa de lleno con un mundo de colores y tipografías cuidadosamente diseñadas para atraer la atención de cuantas miradas osen levantarse.

Psicólogos expertos han mostrado su preocupación por la situación actual, no tener apenas contacto con el exterior puede acabar pasando factura, y aconsejan mantenerse activo y jugar con los colores para mantener un óptimo estado de ánimo.

Y es que, tal y como indican desde Global Rótulos, “los seres humanos percibimos una rección física ante la sensación que produce un color. La psicología del color trata cómo nos afectan los colores y el fenómeno subjetivo de la visión de cada uno. Algo muy a tener en cuenta cuando lo que se busca es atraer clientes”.

Pero esto que parece tan novedoso, data de 1810, cuando el científico alemán, Joha Wolfgang von Goethe publicó su Teoría del Color, sembrando las bases de la actual psicología del color, e intentando deducir las leyes de armonía e interpretación de los colores, además de analizar el funcionamiento del sistema visual con relación a los colores.

Pero, ¿sabes cómo mantener el buen estado de ánimo empleando únicamente los colores?

La clave está en conocer la influencia que cada uno de los colores tiene sobre el estado de ánimo, el rojo, por ejemplo, influye positivamente sobre el estado de ánimo, aportando fuerza y seguridad para enfrentarse a los miedos. El naranja aumenta el optimismo, la seguridad y la confianza. El amarillo es el color asociado a la inteligencia y la creatividad. El verde ejerce un efecto sedante, aportando tranquilidad y serenidad, algo que también se consigue con los tonos azules, mientras que el violeta está más asociado con la espiritualidad.

A veces, mantener el buen estado de ánimo es solo una cuestión de saber elegir adecuadamente aquello que nos rodea.